miércoles, 31 de diciembre de 2008
Tiempo tránsfuga
Ya es 2009 en España y me sangra la narina derecha... ¿Para qué sirven los relojes?
Cambio años por lo que me puedas dar
Ya es 2009 en toda Asia y Oceanía. A mí todavía me faltan muchas cuadras..
martes, 30 de diciembre de 2008
Inercia
De tanto asimilar el causa : efecto, como el times new roman en 12, anuncio que esta sociedad se mueve por defecto.
lunes, 29 de diciembre de 2008
Incontinencia
Si el psiquiatra que no me examina leyera lo que acabo de hacer en word, me daría la razón y me enviaría al manicomio, o aceptaría que dios sí existe de vez en cuando... no lo necesitas.
O pensándolo con café en la boca, reiría de mis diatribas incontinentes hacia los cristianos.
O pensándolo con café en la boca, reiría de mis diatribas incontinentes hacia los cristianos.
De pretérito imperfecto a presente
"Cómo me gustaba Julieta laralan, me gustaba Julieta laralaralan, me gustaba Julieta" aunque sea lunes... Me gusta Julieta... y luego vendrá el yo soy yo y tú eres tú, sé que no eres Julieta, eres ya sabes quien. "YO".
Sumando y armando en decúbito dorsal
¿Cómo trece puede ser doce y catorce y nunca más trece? Pregúntenselo al cielo que de las trece estrellas con las que contaba para reconstruir un rostro, sobraba o faltaba una.
Semana incongruente
Lo que más me gusta de los lunes son los viernes y de ellos me disgustan los lunes ¿Por qué será? Sobre estos dedos sólo sé que los prejuicios me sombrean el raciocinio, y mi incongruencia es el resultado de una congruencia que despertó un lunes en calzoncillos. Debería vestir pantalón y cubrir los prejuicios de lunes por un viernes, continuar con el cuello entre la cabeza y el resto, y dejar las incongruencias para el viernes donde los prejuicios cambian de nombre, les dicen fin de semana.
domingo, 28 de diciembre de 2008
La tercera definición que da la RAE a "soñador" es la que cuenta
En movimientos brownoideos podría andar el reloj y así ya no habrían más tardanzas para los soñadores sino más callejuelas para no llegar.
"El perro que poguea" dijo el animal
Había un perro de esos que hablan en el momento más impertinente, dando vuelta tras vuelta al rededor de emos, punks, metals y toda esa tropel de no cabezas. Apoyado sólo en un pedazo de espalda, lo veía esclavo de sus pulgas, del mismo redoble de tambores y del mismo monólogo referente al evento: "Si serán animales". No atendió a mis chasquidos y continuó en la ruleta sin vicio, buscando a algún medio animal.
viernes, 26 de diciembre de 2008
Hurto a Joaquín Sabina
"Un pesado es ése que encuentras en la calle, le preguntas ¿cómo estás? y te lo cuenta"... por la mera mención que acabo de toparme con uno. Ya no preguntaré.
26 de diciembre
Ayer fue Navidad y hoy el cariz exhala gris, otra vez. Feliz día después de Navidad -si ser feliz es grisácero.
miércoles, 24 de diciembre de 2008
martes, 23 de diciembre de 2008
Cosidad
"Cada cosa en su lugar y un lugar para cada rosa..." en algún capítulo de Rayuela. PISASTE LÍNEA!!!!!!!!!!! PISASTE LÍNEA!!!!!!!!!!!
lunes, 22 de diciembre de 2008
Soberbia justificada... Dios también es peruano, lo dijo Titinger
"Lima tiene muy hermosos crepúscuslos. Yo por ejemplo", Martín Adán, o
"Puede usted irse a su tierra diciendo que tuvo el honor de estrechar la mano de Abraham Valdelomar", el Conde de Lemos al ornitorrico mayor, César Vallejo, o
"Sólo me faltó cometer deicidio", Dios.
:S
"Puede usted irse a su tierra diciendo que tuvo el honor de estrechar la mano de Abraham Valdelomar", el Conde de Lemos al ornitorrico mayor, César Vallejo, o
"Sólo me faltó cometer deicidio", Dios.
:S
viernes, 19 de diciembre de 2008
Domingo - Viernes = Dos
Jesús falleció a la hora nona (osea 3 pm) de un viernes y resucitó al tercer día. Tres días equivalen a setenta y dos horas, por lo que Cristo tendría que haber regresado triunfal de la muerte, lunes a las tres de la tarde. Sin embargo, del viernes santo a la hora nona al domingo de resurrección han transcurrido como mínimo 33 horas, ni la mitad de las horas justas para cumplir las formalidades. Entonces me pregunto , teniendo en cuenta al calendario romano, ¿Jesús y su séquito no fueron aplicados en cuanto a cálculos simples? ¿Su estilo de vida ascético escapaba a las ciencias exactas? :S
jueves, 18 de diciembre de 2008
"El Perú en venta"
Lo leí en el blog de un alarmado Juan Sheput. Lo leo en los ojos de nuestro presidente... ¿Qué país nos quedará después del remate?
miércoles, 17 de diciembre de 2008
martes, 16 de diciembre de 2008
Minutos después del final de "Ensayo sobre la ceguerra"
¿Por qué la mujer del oftalmólogo no se quedó ciega? Saramago, hubieras planteado una posibilidad a aquello en el texto. Sin ella, la historia habría muerto en el manicomío ¿no?
Como Condorito "EXIJO UNA EXPLICACIÓN"
Como Condorito "EXIJO UNA EXPLICACIÓN"
lunes, 15 de diciembre de 2008
Más tarde, que nunca
Acabo de aterrizar en mi cuarto. No recuerdo cómo lo dejé pero supongo que los libros desperdigados a mi lado son los mismos. La cama continúa alborotada como todas las mañanas, tardes y algunas noches, antes y después de mis luchas con fantasmas. No encuentro almohada, y nadie me recibió. Qué importa. Si fueron insulsas las pocas razones que me trajeron de vuelta. Dinero, un baño, mis sienes que ya respiraban solas. Y me resulta cómico el haber tolerado las inclemencias del sol con tanta gallardía, pues huí a los brazos ardientes de ese ambiente porque soy un cobarde con mochila verde. ¿El verde? Esperanza. La que abandoné aquí, y encontré por miríadas por allá. Sí. Muy abstraído entre los bufos de ovejas pequeñas, arañas aún más pequeñas, en contraste con un explorador ataviado de dudas y de una cámara que rodaba y rodaba por las cuestas, en mi muñeca, y de una cabeza que rodaba y rodaba, sobre el eje de las comisuras de unos párpados, parte del todo que ilustra la razón primaria de mi fuga atolondrada.
Marchando como una hormiga expulsada, como un cangrejo ebrio pues tambaleaba en ambos costados, irrumpí en un trecho algo accidentado, aunque qué no representa un accidente cuando la sorpresa destapa la boca atajando el acondicionamiento. El asunto es que deposité los cachivaches que llevaba y llevo dentro, intentando ordenarlos por temperamento, pues del abecedario salté y me estanqué en una letra, que supongo sabes cuál fue. Sí. Te escribo a ti. Por lo que ya no soy tan egoísta. Supongo que sin quererlo me enseñaste a compartir, y a compartir con el resto que va más allá de la noche lunática.
Con partir no buscaba una solución, supongo que alguna oportunidad de demostrarle a mis veinte años que no soy tan esclavo como los planetas a una fuerza gravitatoria, ni tan iluso de suponer que andar cogidos de las manos signifique que algo importante está pasando. Creo a fuerza de lo que tú puedas creer o estar segura –aunque lo único de lo que se puede estar cien por cien seguros es que esto no es un sueño porque hay demasiados protagonistas; y si pensabas que la muerte al final de la vida era la respuesta, te contesto que aquella me recrea más interrogantes que tumbas seguras- que hice bien y mal al retirarme de una pelea que no existe. Y como espero, no entiendas la magnitud de estas antípodas proposiciones, intentaré explicártelas, aunque para mí resulte sencillo resumírtelas en verde y negro. Y por si lo piensas, la bondad y la maldad tornaron en mí un espíritu tenuemente contrariado al que nos hemos acostumbrado en sociedad, hasta por saciedad. E insisto, sólo tú sabes si has sido buena persona, nadie más. Yo soy un buen tipo, aunque mienta hasta en tu casa, pues andar con el corazón desprendido y zangoloteado sobre mis palabras, no es cosa de todos los días. Y para hacer de esta idea un ciempiés, todo y siempre guardan relación, y un siempre es un mal límite. ¿Todavía no lo entiendes? Y ahora que lo pienso, los límites también son malos. Y vale añadir lo subrepticio de mis definiciones. Complicadas y secretas. Como tú has aprendido a serlo, y como has tirado de una cuerda para alcanzar mis dedos, las venas y el final de lo que pienso.
Verde y negro. Si hubiese atendido las clases de semiótica tal vez te habría dibujado el signo en sus partes, pero no puedo. Para mí es sencillo pues sólo conozco tres formas de luces, el resto me descuida, por esa razón nunca escribiré sobre lo superficial de las flores. Intentaré describirte cómo deambulan y salpican las ideas por mi espíritu –todavía cargo rezagos de cristiano pero como un pan duro- El negro es noche, el lugar que hasta hace unos días intenté explorar contigo. Pero el negro es triste, la ceguera es negra, los gatos reales son negros, el negro es la soledad que me indujo a repartir simientes lejos de ti. El negro es la muerte que me desespera y de la que acabo de oír hace unos minutos. Negras son muchas pero la materia no importa. Dicha tonalidad me emociona, pero tú más, por lo que intentaré olvidar mis lunares y el espacio. Y la noche, y los viernes. El negro plantea lo malo de una gran parte de mi vida, misántropa por caprichosa. Es el verdadero motivo de mi seudo autismo. Y si sonríes con la aparente homosexualidad de los pensamientos, despreocúpate, también lo hice yo. El negro representa el acta de lo malo de mi partida, la misma “rutina” -sólo por utilizar una palabra “responsable”, pues la más humilde y sincera es otra, supongo la conoces-.
Y el verde, esperanza. Verdad y verde empiezan con VERD-, aunque creo que dicha raíz no existe. Verdad encontré encapotada en unas horas de mi cabeza. Y verde en rededor, creí mi esclerótica un momento de ese color, o menos blanca –el otro color que existe-Verdad y esperanza que no se enquistan y se alejan de la perfección que supuse inicialmente. Sin embargo, verdad al final de la razón. Las buenas intenciones que entendí a puntapiés del sol. Y ¿Cuáles son las razones? Las sé yo.
Nuevamente en mi cuarto, intento recodar qué es andar tú viva, yo vivo. Junto a las pistas y junto al tiempo. Escuchar hasta dentro que sonríes. Que no mascullas silencios, me gusta creerlo. Andar a tu lado, concertando un sueño para más tarde con tus sarcasmos tan certeros, con el resplandor que asoma de tus ojos. Imitar tu paso es contagiarse de la vida, dejar relegadas mis cuestiones de muerte. ¿Qué piensas? ¿Qué no piensas? El mundo da vueltas en un sentido que desconocemos, y pienso qué carrera daríamos en su contra, y contra los segundos que nos hacen más viejos, ¿A cuántos salvaríamos en el recorrido? ¿A cuántos descartaríamos por ser nocivos? Tú sonríes con la fuerza de los motivos de la luna para no abandonarnos. Quieres hacerte invierno, aunque no sepas lo que signifique. Hacerte fría, cuando la realidad es que es con el sol con quien compites. Quieres estar tan viva. Me pregunto si también gustarías conocerte la muerte. Podríamos compartir una y resucitar antes o después del tercer día. Y con la misma vehemencia hacer de ambas sombras, una, y compartir aquella como ya me hiciste hacerlo con lo que escribo. Sonríes otra vez, y también resollas lamentos, como todos los que quieren estar vivos.
Si es verde o negro, el dictador de turno no lo decidirá. Estoy en mi cuarto al lado de las hojas sobre las que progresivamente he escrito. Y sabes, agradezco a no sé quién aquello que llaman suerte –la definición no es la correcta- el haber tropezado con tu sonrisa. Camina, ambla, tuerce el paso, que también lo estoy haciendo yo. Busca con qué sonreír y si lamentas, recuerda que nuestro espacio –quizás más lejos, quizás más cerca- continúa aquel paso vago. Yo estoy sonriendo y la luna lo puede ver.
Marchando como una hormiga expulsada, como un cangrejo ebrio pues tambaleaba en ambos costados, irrumpí en un trecho algo accidentado, aunque qué no representa un accidente cuando la sorpresa destapa la boca atajando el acondicionamiento. El asunto es que deposité los cachivaches que llevaba y llevo dentro, intentando ordenarlos por temperamento, pues del abecedario salté y me estanqué en una letra, que supongo sabes cuál fue. Sí. Te escribo a ti. Por lo que ya no soy tan egoísta. Supongo que sin quererlo me enseñaste a compartir, y a compartir con el resto que va más allá de la noche lunática.
Con partir no buscaba una solución, supongo que alguna oportunidad de demostrarle a mis veinte años que no soy tan esclavo como los planetas a una fuerza gravitatoria, ni tan iluso de suponer que andar cogidos de las manos signifique que algo importante está pasando. Creo a fuerza de lo que tú puedas creer o estar segura –aunque lo único de lo que se puede estar cien por cien seguros es que esto no es un sueño porque hay demasiados protagonistas; y si pensabas que la muerte al final de la vida era la respuesta, te contesto que aquella me recrea más interrogantes que tumbas seguras- que hice bien y mal al retirarme de una pelea que no existe. Y como espero, no entiendas la magnitud de estas antípodas proposiciones, intentaré explicártelas, aunque para mí resulte sencillo resumírtelas en verde y negro. Y por si lo piensas, la bondad y la maldad tornaron en mí un espíritu tenuemente contrariado al que nos hemos acostumbrado en sociedad, hasta por saciedad. E insisto, sólo tú sabes si has sido buena persona, nadie más. Yo soy un buen tipo, aunque mienta hasta en tu casa, pues andar con el corazón desprendido y zangoloteado sobre mis palabras, no es cosa de todos los días. Y para hacer de esta idea un ciempiés, todo y siempre guardan relación, y un siempre es un mal límite. ¿Todavía no lo entiendes? Y ahora que lo pienso, los límites también son malos. Y vale añadir lo subrepticio de mis definiciones. Complicadas y secretas. Como tú has aprendido a serlo, y como has tirado de una cuerda para alcanzar mis dedos, las venas y el final de lo que pienso.
Verde y negro. Si hubiese atendido las clases de semiótica tal vez te habría dibujado el signo en sus partes, pero no puedo. Para mí es sencillo pues sólo conozco tres formas de luces, el resto me descuida, por esa razón nunca escribiré sobre lo superficial de las flores. Intentaré describirte cómo deambulan y salpican las ideas por mi espíritu –todavía cargo rezagos de cristiano pero como un pan duro- El negro es noche, el lugar que hasta hace unos días intenté explorar contigo. Pero el negro es triste, la ceguera es negra, los gatos reales son negros, el negro es la soledad que me indujo a repartir simientes lejos de ti. El negro es la muerte que me desespera y de la que acabo de oír hace unos minutos. Negras son muchas pero la materia no importa. Dicha tonalidad me emociona, pero tú más, por lo que intentaré olvidar mis lunares y el espacio. Y la noche, y los viernes. El negro plantea lo malo de una gran parte de mi vida, misántropa por caprichosa. Es el verdadero motivo de mi seudo autismo. Y si sonríes con la aparente homosexualidad de los pensamientos, despreocúpate, también lo hice yo. El negro representa el acta de lo malo de mi partida, la misma “rutina” -sólo por utilizar una palabra “responsable”, pues la más humilde y sincera es otra, supongo la conoces-.
Y el verde, esperanza. Verdad y verde empiezan con VERD-, aunque creo que dicha raíz no existe. Verdad encontré encapotada en unas horas de mi cabeza. Y verde en rededor, creí mi esclerótica un momento de ese color, o menos blanca –el otro color que existe-Verdad y esperanza que no se enquistan y se alejan de la perfección que supuse inicialmente. Sin embargo, verdad al final de la razón. Las buenas intenciones que entendí a puntapiés del sol. Y ¿Cuáles son las razones? Las sé yo.
Nuevamente en mi cuarto, intento recodar qué es andar tú viva, yo vivo. Junto a las pistas y junto al tiempo. Escuchar hasta dentro que sonríes. Que no mascullas silencios, me gusta creerlo. Andar a tu lado, concertando un sueño para más tarde con tus sarcasmos tan certeros, con el resplandor que asoma de tus ojos. Imitar tu paso es contagiarse de la vida, dejar relegadas mis cuestiones de muerte. ¿Qué piensas? ¿Qué no piensas? El mundo da vueltas en un sentido que desconocemos, y pienso qué carrera daríamos en su contra, y contra los segundos que nos hacen más viejos, ¿A cuántos salvaríamos en el recorrido? ¿A cuántos descartaríamos por ser nocivos? Tú sonríes con la fuerza de los motivos de la luna para no abandonarnos. Quieres hacerte invierno, aunque no sepas lo que signifique. Hacerte fría, cuando la realidad es que es con el sol con quien compites. Quieres estar tan viva. Me pregunto si también gustarías conocerte la muerte. Podríamos compartir una y resucitar antes o después del tercer día. Y con la misma vehemencia hacer de ambas sombras, una, y compartir aquella como ya me hiciste hacerlo con lo que escribo. Sonríes otra vez, y también resollas lamentos, como todos los que quieren estar vivos.
Si es verde o negro, el dictador de turno no lo decidirá. Estoy en mi cuarto al lado de las hojas sobre las que progresivamente he escrito. Y sabes, agradezco a no sé quién aquello que llaman suerte –la definición no es la correcta- el haber tropezado con tu sonrisa. Camina, ambla, tuerce el paso, que también lo estoy haciendo yo. Busca con qué sonreír y si lamentas, recuerda que nuestro espacio –quizás más lejos, quizás más cerca- continúa aquel paso vago. Yo estoy sonriendo y la luna lo puede ver.
viernes, 12 de diciembre de 2008
Ornitorrinco vagamundo
Subiré al rayo de luna que robé a Bécquer y por unos días, pasearé bajo otra noche.
jueves, 11 de diciembre de 2008
Fernando Delgadillo
Improviso ene letras cuando camino con los gatos negros, los de los bigotes más filudos. Si Fernando Delgadillo me escuchara, a su canción la mantendría como ESPERANZA pero a JULIETA la volvería ....... pues es mi muletilla previa a cada coma.
Si Fernando Delgadillo me escuchara, me alcanzaría una guitarra, luego pintaría los focos, y luego del luego, me daría clases de guitarra. Si Fernando Delgadillo me escuchara, la trova tendría un hijo, y el hijo compañia más gatos negros.
Si Fernando Delgadillo me escuchara, me alcanzaría una guitarra, luego pintaría los focos, y luego del luego, me daría clases de guitarra. Si Fernando Delgadillo me escuchara, la trova tendría un hijo, y el hijo compañia más gatos negros.
miércoles, 10 de diciembre de 2008
Luego hablaremos de la consciencia
- Señor, no puedo ser consciente
- ¿Por qué?
- Ella no me deja
- ¿Quién ella?
- La que cayó de la luna
- ¿Por qué no te deja?
- Porque es una inconsciente y bueno, tiene pases para más tarde
- ¿Por qué?
- Ella no me deja
- ¿Quién ella?
- La que cayó de la luna
- ¿Por qué no te deja?
- Porque es una inconsciente y bueno, tiene pases para más tarde
martes, 9 de diciembre de 2008
Si todo era bueno ¿dónde quedo yo?
Y ¿por qué creo tantos poetas? Pues parece que mintió cuando dijo que todo "era bueno". No hay poetas buenos, hay buenos poetas, lo cual es distinto.
Ya ves, no todo era bueno. Pero y tú ¿dónde te asientas? Y el big-bang fue tu primer verso ¿no?
Ya ves, no todo era bueno. Pero y tú ¿dónde te asientas? Y el big-bang fue tu primer verso ¿no?
Ratones y tú
La otra vez caminé por una avenida abandonada. Y vi correr a un ratoncito tan gris como el pavimento cuarteado, y no me espanté. "¿Dónde quedó mi miedo", inevitablemente lo pensé.
Ahora en mi habitación sin ratoncito me doy cuenta que aún le temo a los ratones sólo que en ese momento lo olvidé porque pensaba en ti.
Ahora en mi habitación sin ratoncito me doy cuenta que aún le temo a los ratones sólo que en ese momento lo olvidé porque pensaba en ti.
lunes, 8 de diciembre de 2008
Estupidismo
Hay personas tan estúpidas, y otras aún más estúpidas que escuchan a las estúpidas. Y también está el ornitorrinco.
domingo, 7 de diciembre de 2008
sábado, 6 de diciembre de 2008
viernes, 5 de diciembre de 2008
jueves, 4 de diciembre de 2008
miércoles, 3 de diciembre de 2008
martes, 2 de diciembre de 2008
Caí sobre las rodillas de la inercia; las más oxidadas
Sólo bebido del perfil de la medianoche logro entender el por qué caí aquí. Y también entiendo por qué no abrió el paracaidas.
Debería haber un límite para la poesía, pues jugaría sobre él
Dicen que todo el tiempo pienso en ti, pero sólo lo hago cuando no estás cerca.
lunes, 1 de diciembre de 2008
Ego sum...
Veía mi vida correr por el caño, a tal velocidad que ya no importaba si era negro, blanco o rojo.
sábado, 29 de noviembre de 2008
Como en la canción de Pedro Guerra
Tenía miedo de que un día ya no quisieras bailar conmigo, nunca más.
Otra vez me gustan los viernes, aunque creo que ya era sábado. Me gustan los viernes
Ayer fue viernes. Y yo que ya me había acostumbrado a hablar barbaridades de ese día.
jueves, 27 de noviembre de 2008
Metamorfosis
¿Sabes que es la más cómico que he visto últimamente? A un ornitorrinco haciéndose hombre. Y ¿Sabes que fue lo más triste? A un hombre que a grandes trancos se hizo ornitorrinco.
miércoles, 26 de noviembre de 2008
El calendario no sólo se despide en diciembre
A pesar de todo "un año es siempre un año" -Javier Heraud- por lo que estos silencios son solo lunares en el calendario.
martes, 25 de noviembre de 2008
Sin embargo, no creo en reencarnaciones ni así asistan con llagas
Si me preguntas qué me gustaría ser en mi próxima vida te respondo que primero déjame acabar ésta para, al lado de una ruleta, pensarlo.
lunes, 24 de noviembre de 2008
Unas líneas al día, no más
Ya no escribo en cantidades consideradas como hace unos años ¿Será que tengo menos que decir o es que me consumió la flojera? Hummm... ¿ornitorrinco lo resume?
domingo, 23 de noviembre de 2008
Una promesa es un pacto con el diablo
La última vez que morí prometí volver sin recuerdos. Y hoy acabo de entender lo poco que duran mis promesas.
sábado, 22 de noviembre de 2008
jueves, 20 de noviembre de 2008
miércoles, 19 de noviembre de 2008
Crecí de la mano de un nihilismo personal y así descubrí que creer y no creer es la misma vaina
¿Por qué las personas creen que están aquí por un propósito? Con lo sencillo que es encender el televisor.
martes, 18 de noviembre de 2008
La culpa viene desnuda
Hoy quise ser hombre pero no pasé de amigo.
...
No hay palabra más horrible que aquella a la que nos anticipamos.
...
Si me ves en el papel de dios, vuélvete atea.
...
No hay palabra más horrible que aquella a la que nos anticipamos.
...
Si me ves en el papel de dios, vuélvete atea.
lunes, 17 de noviembre de 2008
Hay que decir la verdad
El hombre no alcanza las estrellas, lo que ocurre es que el cielo se está cayendo.
domingo, 16 de noviembre de 2008
No soy músico ni cantante
“Te doy una canción” canta –vale la redundacia- Silvio y me gustaría hacerlo también como “escribir la canción más hermosa del mundo” como Sabina, y por eso deposito mis dedos frente a la pc pero al no encontrar palabras recuerdo que no soy músico ni cantante. Entonces escribo líneas como éstas.
sábado, 15 de noviembre de 2008
Tengo en cinco minutos
Tengo miedo a las seis de la mañana
Y seis veces a la semana.
Tengo un periódico en el calor de mi sobaco
Y un cayo en la acera y una pena cuando trabajo.
Tengo menos dedos cuando lloro
Pero me bastan para zurcir mi calzado.
Tengo un búho en la cabeza,
una nutria dejé en el colegio
y en la bausate mi relación es con el silencio.
Tengo una noche desde mi cuarto
Y otra sobre el zaguán de mi pasado,
También un cielo que se refleja desde mis uñas
Y un sol en el bolsillo derecho.
Hay una luna que me despierta por las mañanas
Y una pesadilla me zapatea,
Una niña que me lee las noticias
Y doña muerte me observa, erectas las tetillas…
Y seis veces a la semana.
Tengo un periódico en el calor de mi sobaco
Y un cayo en la acera y una pena cuando trabajo.
Tengo menos dedos cuando lloro
Pero me bastan para zurcir mi calzado.
Tengo un búho en la cabeza,
una nutria dejé en el colegio
y en la bausate mi relación es con el silencio.
Tengo una noche desde mi cuarto
Y otra sobre el zaguán de mi pasado,
También un cielo que se refleja desde mis uñas
Y un sol en el bolsillo derecho.
Hay una luna que me despierta por las mañanas
Y una pesadilla me zapatea,
Una niña que me lee las noticias
Y doña muerte me observa, erectas las tetillas…
viernes, 14 de noviembre de 2008
Vamos más rato
Es un cosmos tan pequeño
el que suelo estrujar
ante tus invisibles ojos,
¿Sabes
por qué hago eso?
Si no lo sabes
menos yo
que peco un día después del castigo
si es que vienes con una cuerda
y si traes una sonrisa
hierro antes del despertador.
Soy torpe
¿puedes tenerlo en cuenta?
y mi torpeza es silenciosa
como vagabundear cogido de la fría mano
el que suelo estrujar
ante tus invisibles ojos,
¿Sabes
por qué hago eso?
Si no lo sabes
menos yo
que peco un día después del castigo
si es que vienes con una cuerda
y si traes una sonrisa
hierro antes del despertador.
Soy torpe
¿puedes tenerlo en cuenta?
y mi torpeza es silenciosa
como vagabundear cogido de la fría mano
de la noche,
lo cual es hermoso.
Y eres hermosa
Y eres hermosa
y tienes una respuesta
y en tus sueños tengo otra
¿Vamos de una vez?
¿A la tumba o a un abrazo?
y en tus sueños tengo otra
¿Vamos de una vez?
¿A la tumba o a un abrazo?
como yo quiera nás rato
pues así dispones
jueves, 13 de noviembre de 2008
Pero todavía era jueves
Hoy sería un buen día si no fuese viernes. Y hace un viernes amaba los viernes porque el camino a casa no era el de los lunes. Hoy sería un buen día si no fuese malo. Y no sería malo si no fuera un viernes que parece lunes y no llueve. Hoy es viernes y me dicen que estoy ocupado y me desocupo al poco rato. Sería un buen día si lloviera y si no fuese lunes aunque es viernes pero se parecen. Qué dolor de cráneo, aich, mejor rearmo el calendario antes que el sábado parezca lunes pero no olviden que es viernes y que estoy ocupado desocupándome.
El juego
Jugamos y jugamos pero no olvides que es necesario un ganador y un perdedor, es lógico.
Y ¿Qué jugamos? A hacernos los muertos, si gustas yo empiezo... ah que ella sea el árbitro ¿De acuerdo? ¿No? Entonces un yan-ken-po y vale invocar a Dios... es cierto, no es una clase de religión... Chepibola, la árbitro observa otro partido... .... ... ... Aunque también puede haber más de un perdedor pero ¡ojo! siempre un vencedor.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
En la guerra
Me dieron ganas de declararle la guerra al mundo.
Mi ejército lo componen: un silenciador, una piñata y Mafalda preguntando una dirección.
Estamos ganando. ¿No observas la retirada?... No te creo ¿nunca se enteraron?... Llama al Ministro de Guerra... ¿Cómo que el cargo ya no existe?... ¿Con quién puedo hablar?... ¡Nadie!... Enfermero deme mi almohada y el silbato, quédese con Mafalda... ¿Cómo que estoy loco?... ¿Quién lo dice?... Tiene que ser verdad...
Mi ejército lo componen: un silenciador, una piñata y Mafalda preguntando una dirección.
Estamos ganando. ¿No observas la retirada?... No te creo ¿nunca se enteraron?... Llama al Ministro de Guerra... ¿Cómo que el cargo ya no existe?... ¿Con quién puedo hablar?... ¡Nadie!... Enfermero deme mi almohada y el silbato, quédese con Mafalda... ¿Cómo que estoy loco?... ¿Quién lo dice?... Tiene que ser verdad...
Más miedo
Siempre hablo miedo
como si reptara en mis venas
y se levantara después de cada niña
a esputar veneno
argumento en el miedo
y miedo es la sombra de mis inviernos
cual artilugio
que invierte el remanso de mis desiertos
Tengo miedo,
una muela del juicio sobre los incisivos
un alfiler como el cirio de mis años
y más miedo en mi cuarto
¿Lo sientes?
es el romancero más romántico y más media luna
quien me obliga a señalarte sólo en una leyenda
fuera de la vereda
como si reptara en mis venas
y se levantara después de cada niña
a esputar veneno
argumento en el miedo
y miedo es la sombra de mis inviernos
cual artilugio
que invierte el remanso de mis desiertos
Tengo miedo,
una muela del juicio sobre los incisivos
un alfiler como el cirio de mis años
y más miedo en mi cuarto
¿Lo sientes?
es el romancero más romántico y más media luna
quien me obliga a señalarte sólo en una leyenda
fuera de la vereda
martes, 11 de noviembre de 2008
Con miedo
Escucho miedo en el silencio
que se escurre como gelatina en la última hora
Ay... la última horaesa tosca, vulgar, ansiosa,
Ay... la última horaesa tosca, vulgar, ansiosa,
esa que mitiga la piel en la que escarbo
y escarba en mi disfraz como tatuándole un socorro.
y escarba en mi disfraz como tatuándole un socorro.
No hay versos
para calentar mis mejillas,
aunque siempre hay dedos para despertar las tuyas y
me duele
como un lunar de carne en la noche,
como un lunar de carne en la noche,
también las costillas y las clases de planificación
y la onicofagia, y los abrazos que ya no doy
ya no tengo frazadas que sonrían
ya no tengo frazadas que sonrían
y mi almohada se aburrió de soñar,
y no hay quien meza mis hojas blancas
las veces que estoy solo
aunque lo parezca.
las veces que estoy solo
aunque lo parezca.
Tengo un ojo y un grito
y el pasado bifucardo en malo y en lo bonito,
el miedo surca mis cabellos
y corre por el lavadero,
sé bien que me llama con sus uñas
y me vuelve adicto a su voz,
el miedo,
el miedo,
mil reveses tomo de su sombrero,
veinte años en su órbita.
veinte años en su órbita.
Soy triste
y muero cuando mis dientes se cagan de risa,
anduve cojo y un poquito ciego
por tropezar con la misma pena
aunque levantaba nubes en cada insomnio
¡qué los demonios no ostentan!
Busco un corazónuno sin parches, con algún ventrículo extra,
y busco a alguien que me aconseje mientras enciende velas
y enciende la noche
Busco un corazónuno sin parches, con algún ventrículo extra,
y busco a alguien que me aconseje mientras enciende velas
y enciende la noche
pero no aparecen, tampoco mi billetera
por lo que ahora soy puro morboso
por lo que ahora soy puro morboso
y un voyeurista que se hace el loco
Sigo escuchando el miedo de lo nuevo
y me das más miedo doler más
que la piedra en la mejilla
que la última hora en el génesis
que la mano sin tinta, que la entrada de salida;
que la última hora en el génesis
que la mano sin tinta, que la entrada de salida;
me cubren con desventura
me hacen jaque
y no importa aunque entre mis intestinos sí,
por lo que subiré otra vez a este noviembre
porque voy destornillado
botando sangre sobre lo que les falta
¡levanten el avispero!
y si pueden llámenme que estoy sordo
escuchando el miedo
escuchando el miedo
tres antes del meridiano
Tengo frío y mis guantes son oscuros,
el viento arrea con sus pasos un disímil futuro
y hace frío como en un hospital.
Voy sin nudillos, en el lomo una cruz y hay frío entre mis vértebras
Me despeino con un naipe moribundo
que se balancea en mi tiempo como una bolsa lo hace en el viento,
mi corazón respira en el bar
y golpea para que caiga el destino,
tengo miedo de perderme otra vez
en el regocijo de creerme vivo
pues ella es mujer y lleva ojos que ya no conozco,
pero no dejaré de escribir, quizás.
Catatónico en este infierno que baila el vals de mis años
en mis dedos, en mis pelos, en los labios cromados
y ella vuelve con su sonrisa de televisión
para recetarme un naufragio; adiós no quiero
Inyecta su carisma cuando lo recuerda
y no sé que decir para ingresar en su memoria
pues supongo que la quiero aunque no me conozca
pero la quiero y reniego por eso y por eso tengo frío
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