jueves, 5 de febrero de 2009

otras pdta...

FALSA PORTADA con eso del blogspot.com ... para ensayar eso que estudio

NO ES PROFETA con eso del blogspot.com ... para textos largos, irreverentes, sin reflexión

y la ya mencionada VERBIGRACIA YO con eso del blogspot.com ... para esos momentos



Pasaba por aquí :)

martes, 3 de febrero de 2009

pdta...

http://verbigraciayo.blogspot.com

100 es despedida

ja, estoy algo... no sé... supongo que triste... no sé, me jode no saber. Y supongo que también por eso me abandoné a leer. Bueno, el ornitorrinco se cierra en la centena, aunque ello no quiere decir nada, por si acaso, simplemente siento que tengo que clausurar esta ventana. Nos vemos en otro blog.

Dejo estas canciones

ÁNGEL PARA UN FINAL - Silvio Rodríguez... Si los ángeles sirvieran... digo no?


NO ME DIGAS ADIÓS - Mago de Oz... Adiós es una mala palabra, y de este video... siempre me gustó Oh My Goddess...


EN LA TRAVESÍA DE TU AUSENCIA - DanielF... Con imágenes de EL PROFESIONAL... ja estar ausente, como si fuese posible. "Ser el que toque tu frente"... "... ya no me preocupaba en buscar ese instante de magia..." ese instante de magia es demasiado paralelo.


CRÍMENES PERFECTOS - Andrés Calamaro... si pudieras entender lo que me pasa a mí esta noche, que ni yo lo sé


LET IT BE - The Beatles... dejar de ser


EL OFICIO DE SER MAMÁ - Macaferri y asociados... Me gusta la canción


EITI LEDA - Serú Girán... Quiero verte mañana... esta vaina de no saber


HIJO DE LA GUERRA - Difonia... rock peruano, "hay un niño abandonado que ha perdido la esperanza que sus metas ha olvidado porque nunca las alcanza..."


PÁJAROS DE PORTUGAL - Joaquín Sabina... Una historia de eso que no hay


UN CAFÉ PARA PLATÓN - Fernando Ubiergo... "No tenía nada y valía más que yo"


PAPA CUÉNTAME OTRA VEZ - Ismael Serrano... Cuéntame ello si no pudiste decir algo más


COINCIDIR - Alberto Escobar y Raúl Rodriguez... "Soy vecino de este mundo por un rato, y hoy coincide que también tú estás aquí"


HOY TEN MIEDO DE MÍ - Fernando Delgadillo... Y el que tiene miedo soy yo


TODO IRÁ BIEN - Mago de Oz... Nada, sólo que todo estará bien... creo


Y ya me cansé... qué joda esto de estar en algo que parece tristeza, creo ¿no?... triste hummm, no sé, no sé malditamente nada... adiós ornitorrinco, quizá en otro blog que más parecerá bloc reaparezcas. Quizá haya... no sé. Qué estúpido

Chau

miércoles, 28 de enero de 2009

Sube-y-baja

¿Enloquecerá el sube-y-baja enterrado en mi pecho cuando la vuelva a ver?

Actualización:
Sí enloqueció

No desactiven el risorio

Esto de pensar, en ciertos pantalones, no me teoriza la libertad. Más bien es el par de leontinas que ató el ¿Creador? de nuestras venas en las sienes al suelo. El pensar es un limitador en ciertos pantalones porque silencia la algarada de sueños con restos fósiles, con el más hirbiente petróleo. Exijo no pensar en ciertos pantalones, para mantener activo el risorio.

Eres - Ismael Serrano



"... no hay luna de agosto,ni lluvia de abril, que no haya dormido antes en ti."

Eres la que escribe aquí...

martes, 27 de enero de 2009

Versos de lejanía



Donde empieza el mundo...
no se esperan bocas.
Es la muerte
el primer paso
por eso nadie camina
y algunos vuelan,
yo sonrío sin trabajo.
Donde empieza el mundo
espero
espero...

La mancha más limpia

"Tú no buscas caer bien", recuerdo que alguien me dijo aquello alguna vez.

Piedra invisible

Cuando vagabundeo pateando una piedra invisible pienso en lo tonto que es patear una piedra real, no siente, está y no está, como las personas desalmadas y la gota de licor que expira al final de la caída, está como si ser fuese una moda. Pateando una piedra invisible fuera de la vida invisible que penosamente a grandes trancos se empieza a confundir con la de los sentidos. Pateando una piedra invisible quizá llegue a algún lugar invisible.

lunes, 26 de enero de 2009

Calle Melancolía - Joaquín Sabina



"... si quieres encontrarme ya sabes donde estoy..."

Es muy temprano, por lo general vomito palabras de madrugada. Quizá escriba algo luego aunque ello no significa que lo desnude aquí.

Ornitorrinco

Si pudieras leer lo que no cuelgo en el ornitorrinco. Palabras que llegan a un punto para ser eliminadas, o palabras que guardo con Ctrl + G en una carpeta que dice APUNTES. Como acabo de hacerlo hace un ratito. Si pudieras leer lo que no cuelgo en el ornitorrinco ¿Qué pensarías de mí?


Mis miedos te los guardo. Pero sabes... no sé cómo decírtelo. Quizá está escrito en lo que espero.

domingo, 25 de enero de 2009

Miedo

Sartre decía que "vivimos impulsados por nuestros miedos". Entonces que me alcance la vida para todos estos Miedos -de los que no reniego-.
O también podría resultar que la vida se alargue para dar cabida a todos estos Miedos. Una vida extensa impulsada por Miedos y luego "morimos porque nos ha llegado el momento", finaliza Sartre.

-tres Miedos sin comillas, ¿ven cómo es cierto?-

Latrocinio

"Vivir es una experiencia que no quiero repetir", escribí hace años no recuerdo por qué. Será que mis ojos dejaron el sesgo pues ahora desecho esa oración y robándole a un poeta confieso que estoy viviendo, remoloneando en abriles, queriendo en inviernos, soñando en avernos.

viernes, 23 de enero de 2009

Qué curioso

Una puerta no es siempre una puerta. A veces es una salida, a veces la entrada, otras veces un obstáculo, muchas veces una frontera, también es un tabique o lo que quieras.

Otra canción desesperada

Es curioso como esa alma se desespera buscando salir del fluorescente apagado. Se ruboriza en una tonalidad verde, el verde más limpio que hay, por ello casi imperceptible. La luz de este aparato es blanca, se mancha en las paredes, se cuartea en los rostros, rellena mi habitación. Pero ahora está como en un sueño, y esa alma que contiene quiere escapar siguiendo el mismo movimiento de una brisa desesperada que atraviesa los resquicios de las puertas, los puntos ciegos en la vista. Esa alma no es luz, quiero pensar que es un alma, no quiero desilusionarme buscando la razón de su parpadeo incesante a lo largo del tubo que es como una cáscara de huevo, como esa especie de pleura huevera entre la cáscara y el contenido, descubrir que la magia no es magia sino un truco, que no es permisible en mi cuarto. El desencantamiento que sea más tarde.

¿Por qué un alma hiperactiva en un fluorescente? No sé, sólo observaba el techo buscando nada y me topé con ello. Apagué el monitor un momento para rastrearlo otra vez y acabo de descubrir que únicamente se bate en los extremos, entonces son dos almas, o del extremo a aparece en el b la misma hipocondríaca como a través de una puerta falsa. Como si esa distancia fuese una, sólo que el ojo humano observa la realidad seccionada como se la enseñaron y estos, porque sí, son dos polos opuestos. Arriba es siempre arriba, abajo es siempre abajo, por lo que no se puede bajar arriba, no se puede subir abajo. Y por ello nace eso de “aprende a hablar” cuando quieres “subir arriba” y “bajar abajo”. El mismo Word me ha corregido estas expresiones. Está mal decirlo, serrano, aprende a hablar. Serrano, repiten, serrano como si fuese algo malo, y ser serrano es malo, ser malo es ser serrano. Algo así. Supongo que esas expresiones no son pleonasmos, como sí lo es “te vi con mis ojos”. Y todo esto es una nimia cantidad de realidad con el punto inicial en el ¡bang! de un alma encarcelada en un fluorescente, en una habitación de un piso de una calle de una avenida de un distrito…. ¡big-bang!

“La vida no es hermosa, pero es original”. Escamoteo con torpeza el verso a Bryce que se lo escamoteó a un italiano que ni por foto conozco. ¿En qué momento la vida dejó de ser hermosa? No apruebo estas frase, pero intentando cumplir el rol del mal interpretador, supongo que fue en ese momento en que la realidad se antepuso a la vida, como si la sombra se adelantase a la persona, como cuando el reloj tiene segundos de ventaja. Tanta realidad ha enfermado al hombre y a la mujer, a la mujer y al hombre, incluso al perico, y a la rosa que palideció. Claro que esto no es un dogma, ni pretende serlo. Aquel día en que el hombre olvidó a dios consiguió cierta libertad, pues libertades hay muchas. A elegir el ser mediocre en el desayuno y en la cena, o por el contrario, a curtir valores a su organismo como si de ello dependiese su felicidad. Libertad a elegir, como en nuestra sistema de gobierno. El problema es que dios fue reemplazado por libertad en realidad, y la realidad es un fluorescente con dos únicos polos que acompasan la no libertad de un alma. La realidad consiguió que la vida no sea hermosa, pero que sea “original”. Y está de más explicar el por qué.

Sin embargo, como anoté previamente, no apruebo la frasecita que ondeó por mi cabecita un buen ratito. Sí, fue el motivo por el que alargué, incluso el mentón, hasta el techo que me separa del cielo madrugador de madrigal aún no escrito. ¿Por qué no lo apruebo? Porque no hay verdad que apruebe, ni la del dos más dos que es cuatro o veintidós, mejor cierto valor que me produzca una carcajada que estire mi ombligo hasta la siguiente tanda de risas y así, que escapen mis tripas por esta nueva gran puerta circular. Las verdades son limitadores, no hay verdad absoluta, vale que no. Por eso la realidad con sus axiomas de amalgamas que retorcerían la muela más malcriada, me son indiferentes como las mujeres hermosas cuando estoy enamorado de Una Mujer Hermosa, algo así. Y culos también hay en la realidad, y hay mucha mierda en la realidad. “¡Qué vulgar!”, me dijo. Vulgar es la realidad que ronda el absurdo, somos el vulgo, somos vulgares, somos reales, me ganaste la puesta. Hay una diferencia en el empleo, por ejemplo, de mierda. Muchas son reales, muchas son absurdas. Hace poco me decía una amiga que dejó la lectura de LA CIUDAD Y LOS PERROS por lo “vulgar” hasta la página treinta-y-tanto de la novela de Vargas Llosa. “¿Vulgar?”, pensaba, lo vulgar es que te sientes a trabajar hasta creerte que te gusta tu trabajo –acogiéndome a tu concepto de vulgaridad-. Utilicemos una palabra más bonita, quizá burdo o procaz, o no sé invéntate una frase para describir tu rechazo a lo que es lo real, a tu realidad. Si tu realidad es un culo, sí que estamos mal, pero peor es que sea un fluorescente apagado con dos almas parpadeando en dos polos opuestos, y que vulgar sea la zoofilia que te espantó de la novela.

...

¿Cómo niego la realidad? Fácil, me voy al absurdo como lo hago ahora. Es un distinto lugar desde donde veo al mundo andar, y quizá sea vulgar, pero me gusta pensar que la magia es magia, y que en mi absurdo el reloj pierde su ventaja. Luego escamoteo otros versos.

Simplemente

Olvidaba de la INSANIA... ¿En qué pensaba? En lo "lindo" que sería estar a tu lado, que estés a mi lado ¿Se entiende? Y por ello "mientrás más lo pienso más no me la creo".

martes, 20 de enero de 2009

Insania

Mientras más lo pienso más no me la creo. Entonces elijo no pensar, y al intentar no pensar pienso más, aún más que hace un momento ¿Qué pienso? Dirán tonterías, pero como alguna vez coreé con una amiga bajo la misma luna “serán tonterías pero son mis tonterías”, un producto estúpido por efecto de la insania mundial, no obstante algo mío. Me parece que ser estúpido está bien cuando estamos acostumbrados a estar mal. Y estar mal no se siente bien. Y estar bien no es necesariamente estar bien sino simplemente no estar mal. Es confuso, los pensamientos son irreverentes como la gelatina, como aquel momento en que nuestro cuerpo no compatibiliza con nuestra alma y caemos en lo inexpresivo que es a veces estar vivo. Los pensamientos son difíciles de materializar en la voz, y en las palabras escritas bullen en abstracciones como el contenido de las nubes y las formas de felicidad. Es la inefabilidad sin fronteras, y me acordé de ti, aunque es un tanto falso porque constantemente estás allí, dando vueltas a la manivela que produce las chispas que automatizan mi organismo sin olvidar ningún milímetro, estás allí con tu gran reflector porque las sombras no me sientan bien. Creía que sí, pero ya ves qué razón tenías, es más saludable el color y el negro es uno de ellos, también el verde. Y pienso aunque no quiero, y comprendo que no quiero estar sano, no quiero estar yo, no quiero pensar en lo complicado que es pensar, no me auxilian ni comas ni puntos, no hay un orden en ellos, no hay profesores para guiarme fuera de mis errores, no hay dios para censurar mi ingreso a los mundanos recovecos del cosmos, no hay nada, hay nada –que vendría a ser lo mismo- salvo tú forzando la manivela, la polea, los engranajes, la voz en off, dirigiendo a través de una agenda el curso de mis pensamientos por la irreflexión reflexiva, por el odio a los pensamientos, por el amor a ellos. Estoy confundido, como si mi ser estuviese flanqueado por las paredes de un torbellino, gira, gira, gira, como el perro persiguiendo a su cola, gira, gira, gira, como la cola persiguiendo a su perro, gira, gira, gira, y la espiral es un embudo de cabeza, una puerta inconexa al después, gira, gira, gira, me mareo, gira, gira, gira, todo por tres, gira, gira, gira, tengo miedo, gira, gira, gira, pensamientos.
Entre pensamientos y razonamiento tendría que levantar una pared. Son diferentes obviamente. Yuxtapuesta la imaginación a los pensamientos, el resultado de tal más tal en el razonamiento. La influencia de dios en mí, en los pensamientos; poner en duda su existencia, en el razonamiento. Yo era bueno en eso de razonamiento matemático y verbal, me enorgullecía de ello, ahora qué payasada me resulta pues el razonamiento es común y lo común a más de dos no lo tolero, no hay nada que rescatar en esa hiperinflación de cerebros. Pero, fuera de ello, el fin de esto es preguntarte, ¿Dónde supones que estás tú? Y es obvio presumir que dirás en tu casa, o sobre el suelo. Y pensaré más, y giraré, giraré, giraré, en el sabor de la irreflexión reflexiva, que no me respondas y que le dé vueltas al asunto dedicándote como despedida lo falso que es esto ¿por qué? Quizá la próxima vez te lo explique.
Todo es tan absurdo, cielo, la hoja que en cámara lenta cae de la rama, el huevo podrido, la energía nuclear, la democracia, el ornitorrinco, absolutamente todo ¿Por qué está allí? ¿Por qué no está allí? ¿Por qué tienes que estar? ¿Por qué no estás? Hoy iba en la combi y escuchaba una balada que me gustó aunque repetía las frases constantemente, supongo por ello que el gusto está en la repetición. Y esto me hace recordar aquello de “lo que ocurre una vez es como si no ocurriera nunca”, que la felicidad no está hasta después. Entonces recuerdo que aquel abrazo fue el más feliz, y qué tan cierto fue Kundera, en el recuerdo los momentos son hermosos. Y tú eres tan hermosa ahora que lo pienso.
Estoy bien y estoy mal, eso es lo correcto, ¿Tú cómo vas? Todavía no se cae el cielo, pero ese día ojalá decidas al igual que yo, sentarte a observar para ver cómo cae dios. Y quizá descubramos que los pensamientos no eran tan enredados como pensaba yo, cierto ¿Tú qué piensas de esto?

miércoles, 14 de enero de 2009

Digestión

Los sentimientos suelen alojarse en el estómago.

Sin ti sería silencio II - Mago de Oz



"... porque sin tu voz no podré escuchar a un ángel cantar..."

Alguna vez dijeron "No hables si lo que vas a decir no es más hermoso que el silencio". Yo por lo general callo no para escuchar el silencio, sino para escuchar de tu boca.

La canción anterior se opone a la frase, qué importa. Hay más de un silencio.

A una amiga

Tienes y no sabes. Encantas, supongo que eso sí conoces. Y tienes ¿Qué? Es algo extraño, como un ángel desnudo paseando por las pistas, tienes algo así, la mezcolanza de un hechizo y el día, eres la hechicera, y no sabes. Quizás conoce, pero todos ya tendríamos que haber asimilado la distancia monstruosa entre el conocer y el saber, conoces que hay algo, y no sabes. Conoces que eres loca, aunque yo te haya dicho que eres mágicamente normal ¿entiendes qué es ser normal en un mundo anormal? Pero sí, creo que me equivoqué, no eres normal aunque en tus convenciones también sin conocerlo, intentes serlo. No eres normal porque me atrapas, si fueses una tapa parca no te estaría escribiendo ahora, no habría observado tus fotos para descubrir que te prefiero mientras te escucho, que tus instantes de estatua me llaman mas tus instantes que nacen y mueren sin cesar son los que te hacen especial, no normal, loca, aventurera en el día, la razón por la que conversamos con guiños del mismo asunto, quizá trivial, pero qué importa, nuestro pequeño globo lo inflamos a nuestro antojo. Todas las personas son excéntricas a su estilo, en sus pasos al cruzar observando el semáforo, cada quien es diferente pero a la vez normal. Supongo que eso de ser normal es también bastante subjetivo, alguien ajeno observa, alguien que está allí conoce. Todos simples porque somos vulgarmente hombres, y mujeres, claro, y a la vez raros, misteriosos, explosivos. Tú no eres normal, quizá cruzas las pistas de espalda y caminas por tus dominios sin darte cuenta que son tuyos. No eres normal porque no me das miedo, lo predispuesto me inventa fobias, la rutina me asquea, no creo en destinos, más bien sí me da miedo que una tarde despierte y me dé cuenta que no existes, que no existan los recuerdos de algunas mañanas, contadas tardes, aún escasas noches, me da miedo no observar más la bienvenida que sonríe en tus ojos, que no me digas amigo sintiéndolo y viviéndolo. Sabes que no puedo ser tan efusivo como tú, por eso recurro a estas palabras para expresarte que todo ello que dices y que te critico jugando, también lo siento. Tú tienes y no sabes. No sabes que tienes el corazón encendido, conoces que el corazón es metáfora de ciertos sentimientos. La amistad ¿dónde se ubica? Creo que donde convergen las sonrisas y llantos de las dos personas que están allí, eso es la amistad, es el músculo que hace siameses. La amistad calienta en el pecho, como el emoliente de la mañana. Y me haz capturado. Me haz explicado sin darte cuenta que aún hay color en este mundo anormal de gente anormalmente normal. Tienes un amigo. Y yo tengo una amiga. Imagina por un momento que somos alienígenas y paseamos por este cielo en una nave especial y luego nos vamos a ver una película en otro planeta. Imagina que la nave se avería y tenemos que volar a nuestro destino. Luego, imagina que encontramos a más como nosotros jugando entre las estrellas, allí están los que tú esperas y en grupo vemos la película sobre terrícolas actuada por tipos como nosotros. Luego date cuenta que hemos imaginado juntos, hemos proyectado un absurdo en compañía. Eso también hacen los amigos, sueñan y buscan que el otro cumpla sus sueños, además, se acompañan en cualquier situación. Por eso eres importante, eres la tapa que dice léeme, uno de los ápices de la estrella, la que sonríe y cuenta, y habla, sabiendo esta vez sí, que se le escucha.
Estabas triste, ¿cuál es tu ánimo ahora? Son casi las tres de la mañana y sabes, no tengo sueño, tengo revoloteando junto a una polilla, una especie de ansiedad porque sea más rato aunque los brazos del mundo se levanten anormales; tú duermes supongo, mas eres loca, quizá haces locuras ¿no? Y loco yo por escribirte cuando se cierra el ángulo, y por ensalzarte, prestándose a malas interpretaciones. ¿Por qué? Quiero demostrarme que es posible la amistad entre un niño y una niña, entre el hasta por aquí y el hasta por allá, siempre escapé a ese tipo de relación. Intentémoslo. Además, tú tienes a “la persona que espero”, conocemos quién es, y me causa gracia pues yo no tengo a “la persona que espero”, nos presentamos disímiles. Sin embargo, eres un buen hombro, una buena compañía, me ayuda a seguir.



Había escrito algo previo, pero me parecía muy complicado, muy yo y egoísta. Por eso este texto, en el que intento ser lo más franco contigo, intento no meter la pata y arruinar aquello que nació sin darse cuenta. Conoces y no sabes. Creo que es suficiente, lo mismo me ocurre a mí. Y me gusta vivir así. Aunque sí sé algo y quiero que lo sepas también: Estoy aquí.

lunes, 12 de enero de 2009

El marido de la peluquera - Pedro Guerra



"... tengo miedo de que un día ya no quiera bailar conmigo nunca más..."

No quería jalar ni videos ni canciones a este espacio para lograr palabras sin adornos, pero la música inevitablemente es propiciadora de muchas de mis letras. Además estos son poemas musicalizados que tanto han arraigado en mí como la mosca azul que a la fuerza ingresó a mi pecho y ahora vuela bajo mi piel, por lo que ahora están aquí en el ornitorrinco -bicéfalo a veces-. ¿Te dan asco las moscas? A mí también.

Incomprensión

Sabes, no te quiero entender.

domingo, 11 de enero de 2009

Sombra

No puedo dejar mi sombra, es algo así como estar condenado a dejar huella o que las uñas y los cabellos crezcan. Es inevitable tolerar su inexpresión, incluso cuando rengueamos, o cuando nos ahogamos en "un río metafísico". Las sombras también se multiplican como por ensalmo, aunque en serio no sean tan mágica la operación, también crece o se reduce mientrás nosotros continuamos llevando el mismo cuerpo a la universidad y a cualquier lugar, el eterno mimo sin blanco que ensuciar. ¿Mi alma también tendrá sombra? ¿Mi sombra tendrá sombra? ¿Y qué es eso de "hacer sombra"? Este siamés oscuro no habla ni ríe, aunque quizás me dice que estoy sordo y sonríe cuando me pierdo en puertas. Quizás cuando duermo vive mejor que yo y quizás le doy lástima por lo que no se larga de una vez, o quizás es quien escribe en mi corazón lo que no cupo en mi cabeza, y me tiende la mano cuando la levanto para acariciar una estrella. Negativo, positivo. La sombra está allí y no puedo dejarla y no quiero hacerlo.
Ahora se proyecta en la pared y no sé qué andará haciendo, ni me importa con tal que no me apuñale ni me coloque un cartel en la espalda. No sé si también recordará, lo que yo sí recuerdo es que alguna vez soñé en una duda: que quizás la sombra soy yo. La locura.

Visiones - Fernando Delgadillo



"... ya he visto a un amigo dejarme de hablar, ya he visto al amor aprender a volar..."

Pero si son sólo visiones algo debe andar mal en este mundo

El ornitorrinco no es César

Tú no entiendes al ornitorrinco ¿por lo esperpento de su prosa? ¿porque dice y no hace?
¿No es suficiente observarlo para crearse un juicio? ¿Acaso el sistema no se hace de prejuicios? ¿Es tan difícil asimilar que te tiene miedo? ¿Acaso te es complicado observar hacia el cielo?

sábado, 10 de enero de 2009

¿Pactaste con dueña muerte mi entierro?

Me pesa la glándula pituitaria, me enferma el alma, es como aquel instante entre el consciente y el sueño, ese ángulo cero donde la memoria se detiene ante el ojo de la aguja. Es lo que siento. Hasta hace unos ratos todavía quería andar vivo para seguir elucubrando fantasmas en forma de poemas, sin rimas ni métrica, ni siquiera con orden, escribir donde empieza el mundo el fin del camino con mayúsculas y entre tantos, sobrevivir con la correa de corbata. Sin embargo, las polillas remolonearon de repente, las piedras perdieron la lengua y la luna ya no es perfecta. Viró el termómetro, y más bien ahora surcan frente al cielo efímeras bicolores que renacen a la medianoche, más bien ahora la transubstanciación me parece posible, más bien ahora me aburren los poetas de palabras difíciles, más bien ahora ya no camino para pasear mi soledad sino para dejarla donde tú abandonaste la tuya. Ya no quiero versos de mentira, y eso me enferma, es lo que me mata. Mi cuerpo se había acostumbrado a conversar con ánimas, y ahora le das realidad cuando lo que quería era vivir inflando su ego y su rechazo a los demás, sujeto a las incongruencias de la ermita que construyó con empirismos, quería continuar parlando con piedras, con polillas, con quienes la atención no sea producto de la conveniencia, ni del consumismo. Me mata el hecho que hayas ingresado sin pedir permiso a mi línea, me mata el que hayas sido capaz de cambiarme el rostro, que cambies mis horas por segundos, mis días por sueños que podrían ser ciertos. Me mata con un balín en la frente y otro en la palma de mi mano derecha, me matas con vida y me despides con muerte.
Pactaste con ella mi entierro, y yo no quiero morir todavía. La muerte es una aventura a ciegas que me despierta cuando te imagino en el centro de mi mandala como el eje que da tantas vueltas sin caerse. Pisaste la línea y no fuiste descalificada, yo intenté safarme pero ya ves qué injusta es la muerte con quienes observan las noches y las madrugadas de soslayo, y luego, la muerte se viste de esperanza, y qué rictuas tan hermoso se dibuja luego de golpearme con su fusta de silencio no tan silencioso. No quiere morir todavía, aún no apago el sol ni esculpo dignamente una estrella. Tú quieres matarme, si no es de esta forma, sólo con un salto fuera de la línea lo harías o bien, lo haces ahora con tu indiferencia de niña.
Tienes los motivos para jugar conmigo, no seas malita, no lo seas, más bien sé la persona a la que quiero abrazar con lo que soy y luego después de tantos tiempos sin reloj, morirme contigo si es que antes no me das salvación.

jueves, 8 de enero de 2009

Aquí no hay poesía

Hay razones para no buscarte, pero eso no significa que haya izado la bandera blanca. Sigo dando vueltas en tu torbellino o en tu laberinto, como gustes verlo. Si no lo gustas así, mejor.

miércoles, 7 de enero de 2009

En Gaza, en Israel

Imagina el infierno al lado de tu casa, "it's easy if you try".

Capítulo 7 - Rayuela

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

¿No quieres escuchar estas cosas?

... que abril nació por febrero, que te quisiera abrazar con mi última vida, que mi corazón ahora funciona de paracaidas, que estás en el vórtice del torbellino, en las paredes del laberinto, en el ritmo del día, que la muerte a tu lado es utopía, que le arrebato a la noche tu sonrisa, que ya sé que mis manos están para tocar las tuyas, que azul es un color, verde opinión, negro un instante, tú la luz que tiembla porque no puedes estar quieta y ello es un hechizo para mis letras, tu silencio un juego difícil de terminar, que el tiempo es anárquico en tus ojos, que voy entendiendo los meandros de mi camino, que duermes y te espero, que no quiero tus gracias, quiero tus recriminaciones, tus juicios, tus molestias, tus fobias para barrerlas juntos, que a veces no te hablo porque este lenguaje digital no es cierto, que tendrás que despertar temprano y yo en mis posibilidades te estaré oyendo, mas quisiera escucharte y lograr tus sonrisas con mi esfuerzo.

martes, 6 de enero de 2009

Silencio

El silencio es esa melodía que no estamos dispuestos a escuchar.

lunes, 5 de enero de 2009

Complicado

En Gaza también hay personas... Suficiente

La vida para...

Los días son los fines necesarios para un mismo sueño que llamamos vida. La conclusión más certera para cavar buscando el éxito en las nubes de cemento, para asistir de pie a nuestro repetitivo entierro, para obrar con dedos y esculpir a un ornitorrinco en las fauces de la memoria, para acariciar los tobillos de los edificios y la mejilla y la aureola de la media luna en la última hora, para abrir en el cielo un orificio por el cual nos observen las estrellas, para decir que aún hay tiempo con rostro bisiesto y con voz prestada para que nos crean, para creer en los apretones de manos, para rescatar al ornitorrinco del alzheimer de la rutina, para ser gregario y a veces Gregorio y a veces gregoriano y muchas veces alguien que dejó su hombría junto a su humanidad donde olvidó su cultura -vale, que lo apruebo-, para ser ese filo que apuntala como una veleta y esa modorra sobre la que se juega lingo. Para ser ese titular que todos esperan, para hacer de la onicofagia un estilo de vida, para escuchar las razones del "buenos días", para ver en blanco y negro el mismo espejismo, para existir y ser en el latido, para ser dios por un ratito.

"... y Esperanza a la canción"

La esperanza tiene muchas cualidades para no ser cierta. Y en esa incertidumbre se encuentra el diástole y el sortilegio que me aferran a ella.

Gracias

Hay ciertas palabras que desmayan antes de cruzar la puerta ¿Cómo cuál? Gracias, por citar un manido ejemplo. Gracias por explicarme quién llora después del cielo. Gracias por mostrarme al que desovilla horas bajo un sombrero. Gracias por naufragar y por ser la luz que sobrevive a un incendio. Gracias, es una palabra que en telarañas me escucharás.

sábado, 3 de enero de 2009

Tiempo

Aunque que no lo vea, el tiempo está allí jalando por los hilos a la gran marioneta de las limitadas flechas como una sombra a diez hombres. A pesar de ello, me gusta creer que hay un tiempo para jugar, correr, amar, vivir en cada espacio del día sin direcciones convencionales... Escucho que es posible cortar los hilos, el tiempo es mi tiempo, sólo es necesario un poquito de alguien.

Escucho

Escucharte

viernes, 2 de enero de 2009

Por lo menos tengo ello

Cuando tengo sueño no duermo porque sé que no va a durar.

jueves, 1 de enero de 2009

Desvaríos por un encuentro fugaz y violento

Que un fantasma me acuchille en el vientre ya es el colmo del absurdo más real que he vivido. Escuché la caída de una corriente eléctrica, me petrifiqué como lo hacen las cariátides, me asusté y no escuchaba mis rezos, creí en dios y en buda y en la tv. Petrificado. Con un eco hueco junto al ombligo. Con miedo. Como la leña. ¿Un fantasma o un extraterrestre? ¿Un demonio o Gabriel? Inmóvil con cerebro. Una herida que sangra ectoplasma. Un ruido detrás de mis oídos y delante de mis párpados. Hay nadie. Es invisible. Me lastima. Carnicero. Ya no era yo. Era un experimento. ¿Miedo? Todavía. Dejé de creer... Ya no hay corte, pero duele como si el magullado fuera mi alma, el que se va a volar a las cinco de la mañana. Hasta la próxima sesión, aún hay más por cortar. "Tu pena", dijo el maldito.